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ESCRITOR

Foto del escritorDavid Triviño

Yann Martel: “Tienes que abrirte”

Prosigo con mi serie de traducciones de entrevistas de The Talks con una que me ha interesado por su trato de la verdad en sus novelas y, eso, proviniendo del autor de una novela tan fantástica - en el sentido del género – como La Vida de Pi, tiene aún más valor añadido.


Por Emma Robertson, 26 de Marzo de 2016

Entrevista en VOS con audios aquí.

Breve perfil

Nombre: Yann Martel Fecha de Nacimiento: 25 de Junio de 1963 LdN: Salamanca, España

Ocupación: Autor


Sr. Martel, ¿se llamaría usted un narrador no confiable?

La verdad es que no he pensado en ello. En mi escritura, siempre intento dejar espacio para la interpretación. O sea que no es tanto que no sea confiable como que soy abierto. Después de todo, la ficción es una elección. El arte es inherentemente una elección. Tienes que ser capaz de interpretarlo de la forma que quieres, porque de otra forma no hay ninguna razón para involucrarse. En mi primera novela, La vida de Pi, el narrado, Pi, cuenta dos historias. Eso es un elemento escogido porque quiero que el lector se enfrente a una elección. Solo soy consciente de eso, de la necesidad de libertad para la interpretación.

“Por supuesto que es una historia real. Todo buen arte es real.”

De La vida de Pi, usted ha dicho, “Por supuesto que es una historia real. Todo buen arte es real.” Es eso lo que quiere decir – ¿que la verdad está abierta a interpretaciones?

Lo que quise decir es que era “real” como algo más allá de la mera factualidad. En esta época de racionalidad, tendemos a dar una importancia capital a la verdad de los hechos. Y no estoy diciendo que esa verdad no sea importante, pero no lo es todo. Creo que para la mayoría de nosotros, de la forma en que vivimos, los hechos son solo el punto de partida. Ya sabes, la gravedad existe, no podemos negarla. Pero, ¿qué haces con la gravedad? Ese es el inicio de la historia. Así de rápido dejamos los hechos atrás y creo que mucho en la vida provienen de la interpretación. Ese era definitivamente el tema de La vida de Pi: cuando más rica es la interpretación que tienes de la vida, más rica será la historia. Y eso tiene un valor intrínseco.


¿O sea que cree que hay diferentes capas de verdad?

Diferentes tipos de verdad. Hay verdades factuales, verdades emocionales, verdades psicológicas… El arte e un tipo de verdad en cuanto es válido. Hace algo que es positivo, o sea que para mí, encaja en el reino de una verdad mayor. El buen arte se basa en la verdad, en las afirmaciones humanas. Nuestra visión de nosotros mismos, nuestra visión de la sociedad se basa en contar historias.

“No puedes tachar el arte de ser solo embellecimiento. Tienes que embellecer algo que se merezca ser embellecido.”

¿Es necesario embellecer la verdad para escribir una buena historia?

Bueno, la verdad es que contar historias se basa en mezclar hechos y ficciones, ¿no? Pero al final, no quieres una historia aburrida. No hay ninguna razón para leer literatura aburrida. O, si se trata solo de una obra donde solo interesa el argumento, es como el azucar, sabes. Es excitante, pero lo quemas rápido y te quedas sin nada. “Embellecimiento” hace que suene como que se trata de decoración. No creo que sea embellicimiento. Simplemente se trata de escoger para tratar que la verdad resalte: crear personajes vívidos, situaciones emocionantes, eventos inusuales… Todo eso es parte de la creación de historias. No puedes tachar el arte de ser solo embellecimiento. Tienes que embellecer algo que se merezca ser embellecido.


¿Siempre le ha interesado contar historias? ¿Siempre ha tenido una imaginación poderosa?

Leí mucho en mi niñez, en mis años adolescentes y en mi adultez. Una de las experiencias fundacionales de mi experiencia fue la lectura. ¿Has leído alguna vez La colina del Watership de Richard Adams? Recuerdo que era un libro asombroso, tan emocionante! Pero esa no es la única forma de hacerlo. Las películas también pueden ser emocionantes. Recuerdo la primera vez que vi Star Wars o la primera vez que vi Tiburón cuando era un niño. Las películas también te pueden envolver, pero para mí, era una experiencia mucho más plana. Eres pasivo. El espectáculo que te dan es extraordinario –las imágenes, la música-- pero lo que es bueno de un libro es que es envolvente de una forma personal. Creas una historia cuando lees las páginas. Inicialmente tienes reticencias, pero terminas cayendo.

“Un lector da vida a un libro.”

El autor Stewart O’Nan dijo que a pesar de que los autores crean la historia, es el lector el que le da vida.

Absolutamente. Un lector da vida a un libro. El cine es altamente manipulativo. Si la cámara enfoca un teléfono, sabes perfectamente que va a sonar. Y la música, ya sabes, en Tiburón el celo te dice que el tiburón está a punto de aparecer. Dun-dun. Dun-dun. La gente que no lee son normalmente hombres blancos de mediana edad. Están obsesionados con los hechos. Están obsesionados con dominar el mundo…. Y ellos se lo pierden. Leer es una forma enriquecedora de vivir. Es una gran forma de aprender acerca del mundo. Solo he estado una vez en Rusia. Todo lo que sé sobre Rusia lo he aprendido de Tolstoy, Dostoyevsky, Goncharov, Gogol, Turgenev… O sea que, de alguna forma, es una forrma maravillosa de viajar.

“Leer es una forma enriquecedora de vivir. Es una gran forma de aprender acerca del mundo.”

Pero, en la vida real, ha viajado mucho, ¿verdad?

Viajé mucho de niño porque mis padres eran diplomáticos. Viví en Francia, en Costa Rica, en Méjico y después viajé solo.


¿Influenció eso su escritura?

Supongo que en algunas cosas sí. Habiendo vivido en diferentes países, vi que había formas distintas de ser: lingüísticamente, culinariamente, en términos de ropa. Mi mente se abrió antes, no solo por viajar, sino también porque tuve buenos profesores. Me gustaba la escuela. Y eso me llevó eventualmente a mi estilo de escritura, imagino.

“Eso es de lo que va la vida: de las historias que construyes.”

¿Cree que su escritura hubiera sido distinta si se hubiera quedado en el mismo lugar toda su vida?

No lo sé. Quiero decir, ¿cómo puedo decirlo? No puede revivir mi vida de una forma distinta. Deseo creer que seguiría siendo escritor… Quizás un escritor distinto. No estoy seguro de ser escritor por haber viajado, sino que creo que mis viajes inspiraron mi estilo. Leer, como he dicho, fue importante. Tuve suerte de que mis padres valoraran mi escritura y mi padre es poeta, o sea que… Creo que viajar solo fue un elemento de muchos.


Tanto La vida de Pi como su nuevo libro Las altas montañas de Portugal contienen elementos de viaje y aventura. ¿La buena ficción necesita ser sobre algo fuera de lo ordinario?

No. Hay gran ficción realista. Está Marilynne Robinson, Alice Munro. La ficción es vasta; desde, ya sabes, porno duro, misterios, Marcel Proust, realismo mágico estilo Márquez… Hay gran ficción de personas que son simplemente observadores de la vida cotidiana. Es un universo. Todos tienen una historia en su interiro, su propia pequeña historia. Todo el mundo tiene padres, crece en algún lugar y, de ahí, pueden crear su historia.


Pero no todo el mundo lo hace.

No hay nada más triste, creo, que la gente que no tiene historias, que no tienen nada que decir acerca de sus vidas, que simplemente están sumergidas. Es una vida empobrecida. El gran arte viene de la abertura de la experiencia humana… Debes sentir y, para eso, tienes que abrirte. Igual que en la vida tienes que abrirte a otras personas, a otras perspectivas – es lo mismo cuando escribes. Eso es de lo que va la religión, eso es lo que es la literatura, eso es de lo que va la vida: las historias que construyes.

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