Recupero -para que pongamos los pies en el suelo- un artículo tecnológico que nos demuestra que, a la hora de la verdad, está todo inventado. A mi, personalmente, me han flipado...
El artículo original procede de Retronaut y el texto original es de Amanda Uren, que traduzco libremente yo mismo:
A finales de los años 30, Robert Bourdillon, de Frognal Lane, Hampstead, Londres, construyó una solución única a los problemas de aparcamiento de su coche familiar.
Como demostró aquí en 1938 Harriet Bourdillon, cuando llegaba a casa, el coche se situaba en una plataforma de cemento y, con el toque de un botón, la plataforma y el coche descendían a un espacio diseñado para almacenar el coche. El techo por encima de la estructura formaba parte del jardín frontal. Otro botón subía el coche al novel de la calle, listo para usar.
Robert Benedict Bourdillon era profesor en Oxford y miembro fundador del club de montaña de la Universidad. Junto con su hijo Tom y otro compañero, desarrollaría el sistema de oxígeno artificial que se usaría en la exitosa expedición al Everest en 1953.
El copyright de todas las fotos es de TopFoto.
Hasta la próxima!
Comments