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DavidTriviño.

ESCRITOR

Foto del escritorDavid Triviño

5 datos clave del desastre de Chernóbil

Hace 34 años, un accidente nuclear en Ucrania conmocionó al mundo y allanó el camino que conduciría al final de la Unión Soviética. Desglosamos 5 datos clave para entender las auténticas dimensiones de la tragedia: ¿Qué causó el accidente? ¿Hasta dónde llegó la radiación? ¿A cuánta gente afectó? ¿Cómo se descontaminó la zona? ¿Qué ocurrirá ahora con la planta nuclear?


El 26 de abril de 1986, uno de los cuatro reactores de una central de Ucrania empezó a arder,provocando lo que acabaría siendo el peor desastre nuclear de la historia, solo igualado hace siete años por el ocurrido en Fukushima. Hoy, más de 30 años después de aquella catástrofe, una afamada serie de televisión rememora un acontecimiento que vuelve a fascinar a la audiencia al mismo tiempo que reabre el debate sobre los peligros de unas infraestructuras puestas en tela de juicio.

Interior del reactor RMBK.

1/5 ¿Qué causó el accidente?

El reactor RBMK (condensador de alta potencia) número cuatro de la planta nuclear de Chernóbil, en Prípiat (Ucrania) estalló. Los responsables de la central no siguieron las medidas de seguridad de la central y el combustible de uranio del reactor se recalentó. Aquellas centrales no incluían lo que se conoce como “estructura de contención”, una cúpula de hormigón diseñado para mantener la radiación dentro de la planta en caso de tal accidente, con lo que la explosión acabaría provocando la dispersión de elementos radiactivos, (plutonio, yodo, estroncio y cesio), que contaminaron un área de 142.000 kilómetros cuadrados en el norte de Ucrania, el sur de Bielorrusia y la región rusa de Briansk. Además, los bloques de grafito utilizados como protección se incendiaron a alta temperatura cuando el aire penetró en al núcleo del reactor, lo que contribuyó a la emisión de materiales radiactivos al medio ambiente.

2/5 ¿A cuánta gente afectó?

La explosión inicial segó la vida de dos trabajadores de la central. Otras 28 personas, entre bomberos y miembros de los servicios de emergencia encargados de la descontaminación, murieron durante los tres primeros meses siguientes a la explosión a causa de enfermedad por radiación aguda (Acute Radiation Sickness por sus siglas en inglés) y otro trabajador falleció por paro cardíaco.

Los cerca de 50.000 habitantes de Prípiat, una población situada a solo tres kilómetros de la planta, fueron evacuados 36 horas después del accidente. Durante las siguientes semanas se procedió a la evacuación de 67.000 personas que vivían en todo el perímetro contaminado.

La lluvia radiactiva, 400 veces superior a la radiactividad liberada en Hiroshima, expulsó a más de 300.000 personas de sus hogares. Según informa la OMS, un estudio llevado a cabo por un centenar de científicos concluyó que la radiación de Chernóbil podría haber costado la vida a unas 4.000 personas en los primeros 20 años después de la tragedia. Sin embargo, según la misma fuente, a mediados de 2005 el número de muertes atribuible al desastre nuclear no llegaba a los cincuenta casos.

Una de las enfermedades más generalizadas entre la población afectada fue el cáncer de tiroides. Poco después del accidente se documentaron hasta 1.800 casos entre niños de entre 0 y 14 años de edad. La glándula tiroides de los más pequeños es particularmente susceptible al yodo radiactivo, lo que puede provocar casos de cáncer. Los chequeos de salud practicados a los trabajadores encargados de limpiar la central (llamados ‘liquidadores’) no han demostrado la existencia de una correlación directa entre la exposición da la radiación y el aumento de otros casos de cáncer u otras enfermedades. Otra cosa son los efectos psicológicos derivados del accidente, que siguen haciendo estragos 33 años después de aquel fatídico suceso, provocando numerosos casos de suicidio, problemas de alcoholismo y casos de depresión.

3/5 ¿Hasta dónde llegó la radiación?

Actualmente se estima que la contaminación se extiende por un área de unos 150.000 kilómetros cuadrados, comprendidos entre Bielorrusia, Rusia y Ucrania. La zona de exclusión engloba un radio de 30 kilómetros alrededor de la planta, abarcando una superficie aproximada de unos 5.200 kilómetros cuadrados.

La nube radiactiva originada por la explosión alcanzó más de 1.000 metros de altitud, aunque los vientos favorables la mantuvieron lejos de Prípiat, donde la población todavía no había sido evacuada. De no haber sido por la meteorología, la tragedia podría haber sido todavía peor.

4/5 ¿Cómo se descontaminó la zona?

Durante los días siguientes a la explosión, miles de trabajadores, a los que se llamó ‘liquidadores’, se dirigieron a toda prisa hacia Chernóbil para combatir el desastre nuclear. El equipo de liquidadores estaba compuesto en su mayoría por empleados de las centrales, bomberos ucranianos y soldados y mineros procedentes de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y otras partes de la Unión Soviética. Se desconoce el número exacto, debido a la ausencia de datos precisos, aunque los registros hablan de hasta 600.000 personas que desempeñaban funciones de muy distinta índole. Algunos de ellos se ocuparon directamente de los trabajos de descontaminación, aunque muchos otros trabajaban en la evacuación y la construcción de asentamientos destinados a los trabajadores de las plantas. Los mineros del carbón excavaron bajo el núcleo para bombear nitrógeno líquido y enfriar el combustible nuclear, mientras los pilotos de helicópteros arrojaron 4.500 toneladas de plomo, arena, arcilla y otros materiales para sofocar las llamas y absorber la radiactividad. Un equipo de soldados realizó incursiones cronometradas al techo de la central para limpiar los restos de grafito expulsados por la explosión. Esos 3.400 hombres, apodados irónicamente como ‘biorrobots’, absorbieron en unos segundos la dosis de radiación de toda una vida.

5/5 ¿Qué ocurrirá ahora con la planta?

En el año 2000, cuando se clausuró el último de los reactores, se iniciaron las labores de desmantelamiento de la central. El desarme completo de Chernóbil implica la eliminación del combustible, la descontaminación del total de la planta y el área que la rodea, incluidos el agua y el suelo, que pueden ser radiactivos. El destino del fatídico cuarto reactor aún no se ha determinado.El trabajo se llevará a cabo bajo la supervisión del Gobierno de Ucrania, con la colaboración de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA por sus siglas en inglés).

Las lecciones aprendidas por el accidente sirvieron a la IAEA para identificar deficiencias en Europa central y del Este, así como algunos de los países que formaban la antigua Unión Soviética. Gran parte de su trabajo está destinado a identificar los puntos débiles de las centrales y proponer mejoras en el diseño de los reactores RMBK y VVR (reactor nuclear de agua presurizada) soviéticos. En los últimos años, la entidad de supervisión está poniendo además el acento en otros aspectos cruciales, como la seguridad operativa y la supervisión de los sistemas de seguridad.

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