En estos días de calor, he pensado en recuperar esta instantánea:
El joven Walter Volk vierte un cubo de agua sobre Louis Adesso, un obrero de la construcción a quien vemos tomándose un descanso en un portal de la calle 41 Este, en Manhattan, en agosto de 1947. La canícula duró hasta bien entrado el otoño. Los meses de octubre de 1947 y 2007 fueron los más calurosos que ha vivido Nueva York hasta la fecha. Pero la ola de calor acabó cediendo: 1947 también trajo uno de los inviernos con más nieve en la ciudad. El 27 de diciembre de ese año cayeron 65 centímetros de nieve, un récord para esa fecha todavía imbatido.
Por Margaret G. Zackowitz
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