El Negro Silencio Del Dolor (1961)
Siguiendo con la serie Noir de artículos sobre el mundo de la novela negra, hoy recupero el artículo de Patton Oswald acerca de la película BLAST OF SILENCE.
La ilustración corre a cargo de Sean Philips.
La búsqueda empezó en Madison, Wisconsin. Terminaba el verano de 1992. Prax Gore me mandó a ella.
Estaba viajando a través de Wisconsin en una infernal cadena de actuaciones de comedia de una noche en nightclubs en crisis y vestíbulos de hotel que acababan cerrando antes de que yo llegara. Me pasé un montón de tiempo leyendo en llamativas habitaciones de hotel.
Compré una copia de Re:Search’s Incredibly Strange Films [https://en.wikipedia.org/wiki/Incredibly_Strange_Films]. Muy recomendable. En la sección de ensayos del libro, Prax Gore escribió acerca de una obscura y pequeña película de gángsteres llamada Blast Of Silence (El Negro Silencio Del Dolor). «Parece barata. Suena barata. Es genial.»
Esto sucedió el año anterior a que me metiera de lleno en mi fascinación por las películas noir, que empezó con el Festival de Cine Negro en el Roxie en San Francisco en 1993. Y pensé, en aquellos días con tonos sepia antes de internet, antes de los DVDs, antes de que Todo Estuviera Disponible Para Siempre, que simplemente alquilaría Blast of Silence en video y comprobaría si Prax tenía razón.
Bueno, pues no. Blast of Silence, como los personajes en el mundo que representa, es una verdadera, sombría obscuridad. Pasaron doce años, durante los cuales me convertí en un esnob de las pelis negras. Y no encontré ni rastro de la película en ningún lado.
O sea que cuando la encontré fue en un video pirateado en el Cinephile de Los Ángeles, me negué a verla. Estaba dispuesto a esperar hasta que la pudiera ver en un cine, como es debido.
En 2003 mi paciencia mereció la pena. En el anual Film Noir Festival American Cinematheque, una copia prístina se exhibió en el Teatro Egipcio de Los Angeles. Cancelé una actuación en San Francisco para poder quedarme en la ciudad y verla. Esto es lo que escribí para la web AintItCool News, bajo el pseudónimo de Mr. Molly”:
“Ahora tienes frío”
Blast of Silence
Adivinad, adictos a los films criminales. Vuestro carnaval de almas se exhibió ayer en el Egipcio aquí en Hollywood. Así es —la ultra-rara Blast of Silence de Allen Baron se proyectó, con el director/estrella/guionista presente, viendo su propia obra.
Hecha en 1961 por 28000$, Blast rivaliza con Seven, Juggernaut y Get Carter en las apuestas “desoladas”. El argumento es tan simple que podría no haberlo —un asesino a sueldo regresa a su antiguo vecindario en Harlem para completar un contrato, pero es asaltado por sus propios recuerdos. La «explosión» [Blast, en inglés] a la que se refiere el título es su propia, deseada muerte.
Schrader y Scorsese deben haber visto en algún momento Blast of Silence, porque viene Baby Boy Frank Bono merodeando las calles nocturnas es como mirar a un borrados de Travis Bickle. La narración en off (por un Lionel Stander que no aparece en los créditos, y no Baron —representando una visión más fría, más idealizada de la propia visión de Bono) suena como un Travis cuarenta años después.
La cinematografía, por Merril Brody, quien también editó, es crujiente, oscura y amenazadora. Baron dijo, antes de la proyección, que tenían uno de los primeros Arriflex, y no tenían carro de traveling (Brody tenía que equilibrar el trípode con sacos de azúcar). Los planos en movimiento, a través de Madison Square y Harlem son maravillosos, aún más teniendo en cuenta los recursos.
Hay una superlativa reseña de Blast of Silence en Re:Search’s Incredibly Strange Films, que fue cuando leí sobre ella por primera vez en 1991. ¿Una espera de 12 años para una película criminal de 77 minutos en blanco y negro? Se merece cada minuto. El mismo Baron dijo, después de la proyección, «Le doy un 10 a la cinematografía y un 2 a la historia».
Se equivoca. Todo son 10, y pido que alguien la ponga en DVD. Vaya explosión.
Por suerte, los buenos chicos de revengeismydestiny.com tienen una copia en DVD para su uso. Comprad una. Miradla. Harás un viaje perturbador por un callejón olvidado del que no hay escape. Es un cul-de-sac siniestro y tenso donde las películas noir —personificada por el violento Baby Boy Frankie Bono— vagó durante unos años antes de que Kennedy fuera tiroteado, y el mundo se tornó tan oscuro que Frankie y los suyos fueron tragados.
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