Hoy, continuando como segunda parte del post de Nueve bibliotecas antiguas a visitar, expongo nueve modernas que también merecían la pena. Como en la última ocasión, no están en ningún orden particular:
Biblioteca Central de Seattle (Washington, Estados Unidos)
El proyecto del arquitecto holandés Rem Koolhaas (estudio OMA) había despertado tal expectación que, al año de su inauguración en 2004, la Biblioteca Central de Seattle (Washington) había recibido unos dos millones de visitas. A partir de 2005 comenzó a organizar visitas guiadas por sus cinco plataformas superpuestas y desplazadas, y su fachada de vidrio y acero (en la foto) cerrando un conjunto que redefine la biblioteca como un espacio que guarda, ordena y hace accesible al público no solo libros, sino cualquier tipo de información, da igual el medio en el que ésta venga encapsulada.
Biblioteca Pública de Stuttgart (Alemania)
Turistas y fotógrafos de todo el mundo se quedan maravillados por el continente, un impresionante edificio diseñado por el arquitecto coreano Eun Young Yi, con 11 plantas (dos de ellas subterráneas), fachada de hormigón, paneles que por la noche se iluminan de diferentes colores y lo asemejan a un enorme cubo de Rubik, e interiores de blanco riguroso. Otros suben a la terraza de la azotea a disfrutar de las vistas y otros más exploran el contenido, se meten en el estudio de sonido o se apuntan a la oferta de talleres y actividades que han convertido a la Biblioteca Pública de Sttutgart en epicentro cultural de la ciudad alemana.
Biblioteca Real Danesa (Copenhague)
El edificio construido en 1999 como ampliación del bonito complejo original de la Biblioteca Real Danesa (que data de 1906) en el canal de Christianshavn, junto al puerto de Copenhague, se conoce como el 'Diamante negro'. Su llamativa estructura de acero, vidrio y granito negro alberga una sala de conciertos, un café, distintos espacios expositivos e invita al visitante a disfrutar de unas vistas impresionantes hacia mar. Tres puentes lo conectan con la antigua biblioteca; el techo del más grande luce una pintura del artista danés Per Kirkeby. El conjunto atesora los primeros libros impresos en el país en 1482, y todos los trabajos que han sido depositados en Dinamarca desde el siglo XVII.
Museo y Biblioteca de la Facultad de Artes de Musashino (Tokio, Japón)
Todas las paredes son muros-estantes, y hasta los escalones de la biblioteca de la Facultad de Arte de Musashino, en Tokio, son estantes para libros. Como celdas de una colmena dentro de una urna de cristal. El arquitecto japonés Sou Fujimoto ha comparado su obra con “un bosque de libros”. Se completó en 2010 como un centro para facilitar la creación artística nueva en la universidad: alberga unos 280.000 libros sobre arte y diseño y alrededor de 5.000 títulos de revistas académicas y publicaciones periódicas profesionales, lo que la convierte en una de las bibliotecas universitarias de arte más grandes de Japón.
Sede de Beitou de la Biblioteca Pública de Taipéi (Taiwán)
Rodeada de parque, con jardines en la azotea, un sistema de recuperación de aguas grises y pluviales y un interior iluminado mediante paneles solares y ventilado naturalmente por las corrientes de aire, la sede de Beitou de la Biblioteca Pública de Taipéi es un respiro verde, un oasis en mitad de los rascacielos, el cemento y el hormigón de la ciudad de Taiwán. Construida en madera, con sus características balconadas hechas en el mismo material, fue inaugurada en 2006 y, desde entonces, ha ganado varios premios internacionales por su vocación medioambiental.
Biblioteca Vasconcelos (Ciudad de México)
La Biblioteca Vasconcelos, diseñada por el arquitecto mexicano Alberto Kalach en la zona norte de Ciudad de México e inaugurada en 2006, es uno de los 10 recintos bibliotecarios modernos más reconocidos del mundo, y uno de los más visitados de América Latina. Amplitud, luminosidad y más de 600.000 obras (libros, CD y DVD, revistas y periódicos) ordenadas en estantes colgantes, entre techos y paredes de cristal. Todo en mitad de un jardín botánico de 26.000 metros cuadrados con casi 60.000 plantas de 168 especies del país. Desde el vestíbulo principal 8en la foto) saluda su icono, Mátrix Móvil, la estructura ósea de una enorme ballena gris (al fondo, abajo) transformada en obra de arte por el artista plástico Gabriel Orozco.
Biblioteca Nacional de Sejong (Corea del Sur)
La primera sucursal de la Biblioteca Nacional de Corea del Sur fue construida en la ciudad de Sejong en 2013, y proyectada por Samoo Architects & Engineers. Se la conoce también como E-Brary, acrónimo de las palabras emotion y library (emoción y biblioteca en inglés), porque la pretensión de este estudio de arquitectura era crear un espacio “emocionante” donde los formatos de información analógica y digital convergieran y fueran cómodamente accesibles al público. Líneas sencillas, un techo inclinado evocando la página de un libro que está siendo pasada, salas de lectura y de conferencias. Y unas bonitas vistas desde la azotea.
Biblioteca Central de Vancouver (Canadá)
La creación del arquitecto Moshe Safdie se asemeja a un Coliseo moderno: un edificio rectangular rodeado de una planta circular con una fachada cuajada de arcos y, rematando, una azotea vegetal a modo de jardín colgante diseñado por la paisajista Cornelia Oberlander. Desde su inauguración, en 1995, la Biblioteca Central de Vancouver se ha convertido no solo en un espacio dedicado a los libros, las revistas, la música y los videos, sino en un auténtico lugar de encuentro y reunión social de la ciudad, para vecinos y visitantes de todas las edades. Es una de las 22 bibliotecas del sistema público de la ciudad canadiense, considerado uno de los mejores del mundo.
Bibliotheca Alexandrina (Alejandría, Egipto)
La versión siglo XXI de la legendaria Biblioteca de Alejandría, de la que apenas han quedado vestigios, es una mole de 11 niveles (cuatro de ellos subterráneos) y con cubierta circular en homenaje a Ra, dios del Sol; vidrio y aluminio mezclado con el cemento para reflejar la luz mediterránea, en recuerdo del legendario faro de Alejandría. Unos 6.400 paneles de granito muestran caracteres de todos los alfabetos conocidos del planeta en su fachada (en la foto). Fue oficialmente inaugurada en 2002, milenio y medio después de su antecesora, cerca del lugar que presumiblemente ocupaba aquella en el malecón de la ciudad egipcia para recuperar su “espíritu de apertura y erudición”, en palabras de sus responsables.
Esto es todo! Hasta la próxima!!
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